Hermosillo, 19 de Marzo.– Este miércoles, sindicatos de maestros en Sonora han paralizado zonas la ciudad con bloqueos y marchas en rechazo a la reforma a la Ley del ISSSTE, pese a que la presidenta Claudia Sheinbaum anunció su retiro el día anterior.
Desde las siete de la mañana, los docentes cerraron los accesos a la Secretaría de Educación y Cultura (SEC), y más tarde iniciaron una marcha desde los bulevares Kino y Gómez Farías hacia el Centro Cívico de la ciudad, generando caos vehicular y afectaciones a la población.

Si bien la reforma al ISSSTE generó inquietud entre el magisterio, la protesta de hoy parece más una demostración de fuerza sindical que una movilización con una exigencia concreta. Resulta contradictorio que los docentes bloqueen vialidades y afecten a miles de ciudadanos para exigir la eliminación de una iniciativa que ya no existe. La presidenta Sheinbaum negoció ante las presiones del gremio y retiró la reforma de la discusión en San Lázaro, pero aun así los sindicatos decidieron mantener el paro de 72 horas, lo que hace dudar si su objetivo es mejorar sus condiciones laborales o simplemente perpetuar la confrontación.
¿Defensa de derechos o presión política?
La reforma propuesta por Sheinbaum pretendía modificar el sistema de pensiones de los trabajadores del Estado para fortalecer el fondo del ISSSTE. Sin embargo, los sindicatos aseguraron que implicaba mayores cuotas y menos beneficios para los maestros, lo que generó un rechazo inmediato y amenazas de paro nacional.
La CNTE y otros sindicatos exigieron la derogación total de la reforma de 2007, el regreso a un esquema de pensiones más favorable y la eliminación de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) en el cálculo de jubilaciones. Ante el riesgo de un conflicto mayor, el gobierno federal decidió dar marcha atrás y retirar la iniciativa antes de que siquiera fuera discutida en el Congreso.
Lo lógico habría sido que, con la retirada de la reforma, las protestas cesaran. Pero los sindicatos decidieron seguir adelante con los bloqueos y las movilizaciones, afectando a terceros sin una justificación clara más allá de mantener la presión política.
Un gremio que protesta cuando le conviene
Las manifestaciones de hoy en Hermosillo han provocado molestias entre automovilistas, trabajadores y comerciantes que ven cómo las protestas sindicales afectan su movilidad y su jornada laboral. La pregunta obligada es: ¿por qué el magisterio solo se moviliza con esta intensidad cuando se trata de su sistema de pensiones, pero guarda silencio ante problemas que afectan a miles de maestros y estudiantes en su día a día?
Mientras los sindicatos paralizan ciudades enteras por una reforma ya inexistente, en las aulas continúan problemas graves como la falta de infraestructura, el rezago educativo y la precarización de docentes en varios estados. Sin embargo, estos temas rara vez ocupan la agenda de los líderes sindicales, quienes parecen más interesados en preservar sus estructuras de poder que en mejorar realmente las condiciones del magisterio.

La retirada de la reforma al ISSSTE fue una victoria para los sindicatos, pero su insistencia en continuar con las protestas, sin una exigencia clara, deja ver que su lucha no siempre es por la educación o los derechos de los maestros, sino por mantener su capacidad de presión política a toda costa.
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