Una red de puntos clandestinos de espionaje utilizados por el crimen organizado para monitorear movimientos de autoridades en la frontera de Nogales, Sonora, fue desmantelada por elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP).

Eran campamentos improvisados que estaban instalados en zonas montañosas, estratégicamente ubicadas para observar partes de la frontera con Estados Unidos. En su interior encontraron sillas, prendas, alimentos y pertenencias de los posibles responsables.

“En lo que va del año la Policía Estatal de Seguridad Pública ha mantenido presencia activa en Nogales y otros municipios fronterizos, con el objetivo de inhibir el delito y atender reportes ciudadanos”, informó la Secretaría de Seguridad.

De enero de este año a la fecha, las autoridades de seguridad han logrado la detención de 30 personas por participar en delitos que tienen que ver con redes de halconeo.