Las altas temperaturas y el calor extremo que se presentan en Hermosillo han obligado a la población a modificar sus hábitos para proteger su salud ante las inclemencias del clima.
Un ejemplo es Valeria Félix, comerciante que diariamente reparte comida en oficinas y domicilios bajo temperaturas superiores a los 40 grados centígrados.
“Voy a lugares específicos donde tengo mis clientes para no estarme asoleando mucho, y levanto pedidos para no estar caminando tanto y tener segura la venta, y obviamente hidratarme y tomar descansos”, explicó.
Estas condiciones provocan molestias entre transeúntes y trabajadores, como irritabilidad, mareos y dolores de cabeza. Esmeralda Contreras, usuaria del transporte público, comparte su experiencia:
“El calor aquí en Sonora es extremo y pues principalmente los mareos y los bochornos son la causa principal, es lo que más nos afecta, lo que más nos pega”.
Por su parte, María Francisca Leyva, quien acaba de egresar del bachillerato y está en proceso de búsqueda universitaria, comentó:
“Sí, de hecho, ya que casi estamos llegando a los 40 grados, muchas veces me duele la cabeza y algún mareo por ahí si no vengo bien desayunada”.
Los sectores primarios, como el agrícola y ganadero, también padecen por la escasez de agua, con pérdidas que aún no se han cuantificado pero que afectan gravemente la producción.
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