Durante casi dos décadas, los mineros enfrentaron desempleo, dificultades económicas y represión, además de la muerte de al menos 52 de sus compañeros, según datos del gremio.

Por Antonio López Moreno

Tras más de 18 años, trabajadores de la mina de Cananea, afiliados al Sindicato Nacional Minero, dieron por terminada una de las huelgas más prolongadas en la historia laboral de México.

El movimiento fue sostenido por la Sección 65 del sindicato que encabeza Napoleón Gómez Urrutia, en un prolongado conflicto marcado por la confrontación con intereses económicos y políticos, así como por presuntas acciones de presión atribuidas a Grupo México durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Durante casi dos décadas, los mineros enfrentaron desempleo, dificultades económicas y represión, además de la muerte de al menos 52 de sus compañeros, según datos del gremio.

Los pagos se llevaron a cabo en las instalaciones del Palacio Municipal de Cananea, a donde arribó una representación de la Secretaría de Gobierno y del municipio, a entregar los cheques correspondientes a los ex mineros de la sección 65.

El fin del conflicto se formalizó en una asamblea general realizada en Cananea, donde los trabajadores aprobaron por unanimidad un acuerdo definitivo, enmarcado en un Plan de Solución Integral con la participación del Sindicato Nacional Minero y autoridades federales.