A pesar de que la nueva disposición fue aprobada como un logro para la protección de los derechos laborales, miles de empleados señalan que en su realidad cotidiana no ha habido cambios. Para algunos, la falta de claridad en las fechas oficiales de aplicación ha generado confusión y retrasos en su cumplimiento.

La denominada Ley Silla, respaldada por autoridades, legisladores, cámaras empresariales y sindicatos, obliga a que aquellos trabajadores que permanecen más de tres horas de pie cuenten con una silla para descansar. Sin embargo, en numerosos comercios, tiendas de autoservicio y establecimientos de servicios, los empleados afirman que siguen sin poder sentarse durante su jornada. Incluso mencionan que solicitar unos minutos de descanso puede generar llamados de atención.

Especialistas consideran que el rezago en la aplicación se debe, principalmente, a la incertidumbre sobre su entrada en vigor y al hecho de que las inspecciones laborales no iniciarán sino hasta 2026.