Hermosillo, Sonora; 24 de octubre de 2025.– Calculan que la fuga de recursos ascendería a 8 millones de pesos mensuales.Para un usuario habitual del transporte público resulta sorprendente observar cómo la mayoría de las unidades, tanto los operadores como los pasajeros, continúan realizando los pagos en efectivo. Esta práctica, cada vez más generalizada, ha generado la percepción de un sistema fuera de control.
Pasajeros como Roberto Urrea señalan su preocupación ante la posibilidad de que el dinero desaparezca sin dejar rastro, ya que los operadores suelen cobrar con la mano, una acción que activistas califican como una evidente fuga de recursos.
Aunque los problemas persisten, las quejas han disminuido, pues los usuarios se sienten frustrados ante la falta de respuesta de las autoridades cuando denuncian cobros en efectivo.

Quejas que no prosperan
Alfonso López Villa, presidente de la Asociación Vigilantes del Transporte, advirtió que el manejo del cobro en efectivo ha generado numerosos problemas. Sin embargo, destacó que las quejas han bajado no porque la situación haya mejorado, sino porque la gente ha dejado de reportarla.
“Ya ha habido muchas y ahorita está sumamente fuera de control; ya no se están dando quejas simple y sencillamente porque la gente ve que no hacen caso, cuando hacen una queja de que alguien hace un cobro en efectivo”, comentó.
El activista señaló que la fuga de dinero, peso por peso, ha ido en aumento. Estimó que en Hermosillo circulan alrededor de 300 unidades de transporte, cada una operando cerca de 16 horas diarias. Con base en sus cálculos, la pérdida económica oscila entre 6 y 8 millones de pesos mensuales, lo que podría representar más de 70 millones de pesos al año.
El riesgo del efectivo
Ignacio Peinado Luna, presidente de la Unión de Usuarios de Sonora, coincidió en que el uso de efectivo representa un serio problema de transparencia y eficiencia.
“Hemos venido planteando la necesidad urgente de crear mecanismos que permitan un cobro más eficiente a través de tarjetas prepago y otros instrumentos que hoy en día se puedan implementar para evitar el efectivo, un efectivo que en el día a día vemos a operadores cobrando con la mano y evidentemente eso es una fuga de recursos”, expresó.
Peinado Luna llamó a los usuarios a no fomentar el cobro irregular. “Es increíble que la mayoría de las unidades del transporte público, operadores y usuarios estén pagando en efectivo; el llamado sería a que el dinero no se lo den al operador, lo depositen en la caja”, enfatizó.

Transporte con desbalance financiero
De acuerdo con el informe ¿Cómo Vamos con el Transporte Público? Análisis de la sostenibilidad financiera del transporte público urbano de Hermosillo, el sistema opera bajo una estructura con déficit persistente, en la que los costos operativos superan constantemente los ingresos.
El análisis señala que, entre 2019 y 2024, el desbalance financiero generó una deuda acumulada de 181.53 millones de pesos. El modelo actual presenta un crecimiento exponencial de los costos de operación, ingresos insuficientes por tarifa —congelada desde 2017— y una dependencia creciente del subsidio estatal.
Las dos empresas operadoras, Movilidad Integral de Hermosillo, S.A. de C.V., y Administración Corporativa de Hermosillo, S.A. de C.V., enfrentan lo que el informe denomina un “desbalance financiero crónico”.

Costos al alza
Los egresos del fideicomiso han aumentado sostenidamente, pasando de 299.84 millones de pesos en 2019 a 969.50 millones en 2024, impulsados por dos factores principales:
- Aumento de kilómetros facturados: las operadoras pasaron de 10.23 millones en 2019 a 28.16 millones en 2024.
- Incremento del costo por kilómetro: el costo promedio aumentó un 54.5%, de $24.4 a $37.7 pesos en el mismo periodo.
Los ingresos por pasaje siguen siendo insuficientes, por lo que el Gobierno del Estado ha incrementado el subsidio, que pasó de 92.87 millones de pesos en 2019 a 723.36 millones en 2024, representando el 77% de los ingresos del sistema.
En 2019, por cada peso recaudado en tarifa, el gobierno aportaba 0.58 centavos; para 2024, la cifra se disparó a 3.31 pesos.
Así, el gasto público destinado a sostener el servicio —repartido entre todos los habitantes de Hermosillo, sean usuarios o no— aumentó de 99.54 pesos por persona en 2019 a 729.84 pesos en 2024, un incremento del 633%.



















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