Hermosillo, Sonora; 16 de octubre de 2025.- La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora confirmó este martes la identificación de 60 personas desaparecidas cuyos restos fueron localizados en un cementerio clandestino descubierto a inicios de año en Hermosillo. Es la primera vez que se da a conocer el número total de víctimas halladas en aquel sitio, ubicado junto a la carretera 26 que conecta la capital con la región agrícola de la costa.
El caso, que había permanecido bajo investigación reservada desde su hallazgo en enero de 2025, volvió a ser noticia luego de que la Fiscalía informara que, gracias a pruebas genéticas practicadas por el Laboratorio de Inteligencia Científica Forense, fue posible dar nombre y rostro a todas las víctimas. Los cuerpos fueron entregados a sus familiares, cerrando uno de los procesos forenses más extensos de los últimos años en Sonora.

Fue el colectivo Buscadoras por la Paz quien, tras una llamada anónima, localizó el predio desértico donde se encontraron más de 35 fosas clandestinas, en lo que desde entonces se considera uno de los hallazgos más estremecedores en la historia reciente de Hermosillo.
“El trabajo forense y la coordinación institucional permitieron devolver la identidad a cada una de las personas encontradas. Hoy sus familias saben dónde están”, informó la Fiscalía en un comunicado oficial.
El anuncio revive el debate sobre la seguridad en Hermosillo, una capital que en los últimos meses ha registrado un repunte de homicidios y delitos de alto impacto, según reportes de la Mesa Estatal de Seguridad. Solo durante el verano de 2025, la ciudad contabilizó algunos de los meses con mayor número de asesinatos del año.
El hallazgo y la identificación de las víctimas han generado una mezcla de duelo y alarma social, al evidenciar la magnitud de la violencia en un municipio que durante años fue considerado entre los más seguros del noroeste mexicano.

Mientras tanto, los colectivos de búsqueda continúan recorriendo los alrededores de la zona rural y costera del municipio, en busca de nuevos indicios.
“El hallazgo de enero no fue el final, sino un recordatorio de todo lo que falta”, expresó una integrante de Buscadoras por la Paz.
El caso del cementerio clandestino de Hermosillo deja una lección tan dolorosa como contundente: la capital sonorense también carga con los silencios y las ausencias que la violencia ha sembrado en todo el país.



















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