Por: Redacción
Teresa Ramírez Martínez, subdirectora de dicha organización en Cajeme, explicó que la violencia digital se presenta cuando, de mutuo acuerdo, se da el intercambio de imágenes íntimas entre dos personas por medio de las nuevas tecnologías.
Comentó que esta situación es frecuente entre personas que mantienen un vínculo de amistad o sentimental y comparten este tipo de contenidos, lo cual se convierte en un delito cuando una de las partes difunde el material sin el consentimiento de la otra persona.
Señaló que el problema es mayor cuando se trata de contenido que proviene de una o un menor de edad, debido a que no solo se trata de violencia digital, sino de pornografía infantil.
“El enviar contenido íntimo se considera una práctica sexual, por lo tanto no se le indica a las personas creer que es algo malo; mientras haya un acuerdo de confidencialidad, las personas lo van a seguir realizando”, aseveró.
Ramírez Martínez agregó que quienes sufren más este tipo de delitos son mujeres mayores de 18 años en adelante, sin límite de edad; sin embargo, existen casos de menores de 13 años.