Hermosillo, 7 de Febrero. – La ciudad enfrenta una de las crisis hídricas más severas de su historia, con un posible desabasto crítico a partir de mayo o junio si no se registran lluvias antes de esa fecha. Nicolás Pineda Pablos, especialista del Colegio de Sonora en políticas públicas y manejo del agua, alertó que la falta de lluvias en los últimos años ha reducido drásticamente la disponibilidad del recurso, dejando a la capital sonorense en una situación de riesgo.
SEQUÍA EXTREMA Y PRESAS AL LÍMITE
El experto también coordinador de la mesa de Agua de la asociación “Hermosillo cómo vamos” explicó que los últimos dos años han sido de sequía extrema. En 2023 se registró la menor cantidad de lluvias en los últimos 100 años, con solo 178 mm de precipitación, y en 2024 apenas alcanzó 218 mm. Como resultado, las principales fuentes de agua de la ciudad están prácticamente agotadas.
El Molinito ya se secó, y la única presa en operación, El Novillo, solo puede aportar 35 millones de metros cúbicos de los 135 que la ciudad consume anualmente”, indicó Pineda Pablos.
Ante esta situación, Hermosillo depende de entre 80 y 90 pozos subterráneos, los cuales están al límite de su capacidad y podrían no ser suficientes en los próximos meses.
CONSUMO ELEVADO Y NECESIDAD DE MEDICIÓN: UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
Además de la escasez natural, una parte significativa del agua que se suministra en Hermosillo no se mide ni se factura correctamente. Actualmente, de los 135 millones de metros cúbicos que se inyectan a la red anualmente, solo 66 millones son medidos y facturados, lo que significa que casi la mitad del agua consumida no está contabilizada.
Esta situación se debe a fugas, tomas clandestinas y al hecho de que aproximadamente la mitad de las viviendas en Hermosillo no cuentan con medidores, lo que dificulta un uso eficiente del recurso. Como respuesta, El organismo de agua potable pudiera implementar próximamente de un programa de instalación masiva de medidores para mejorar el control del consumo y reducir desperdicios.
El alto consumo de agua en Hermosillo también agrava la crisis. La ciudad, con 900,000 habitantes, utiliza la misma cantidad de agua que Tijuana, que tiene 2.7 millones de personas, es decir, tres veces más población.
Esto refleja la necesidad de un cambio en los hábitos de consumo y una mayor conciencia sobre el uso responsable del agua por parte de la población.
MEDIDAS URGENTES PARA EVITAR EL COLAPSO
Para enfrentar la crisis, las autoridades han comenzado a rehabilitar pozos y adquirir derechos de agua agrícola. Además, se espera la implementación de medidas de ahorro y racionamiento, que podrían incluir tandeos en algunas zonas de la ciudad si la situación se agrava.
Especialistas recomiendan que la población adopte hábitos de ahorro de agua, como reducir el tiempo en la ducha, evitar fugas en el hogar y reutilizar el agua en la medida de lo posible.
Si no llueve antes del verano, Hermosillo podría enfrentar restricciones sin precedentes en el suministro, por lo que la colaboración de toda la sociedad será clave para evitar una crisis mayor.
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