Hermosillo, Sonora a 02 de octubre del 2024. La Universidad de Sonora, a lo largo de su historia se ha consolidado no solamente por la calidad educativa o el número de espacios o de carrereas con las que cuenta, sino también por los movimientos estudiantiles que surgido de sus aulas y han tenido impacto a nivel nacional.
El primer movimiento estudiantil del cual se tiene dato, es el de 1967 cuando estudiantes, maestros y trabajadores se movilizaron para protestar en contra del candidato a Gobernador interpuesto la interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en dicho suceso fue la primera vez que a la universidad de Sonora, ingresaron tropas militares a sofocar la manifestación interna.
Sonora, tuvo participación un año después, en la concentración de estudiantes en la plaza de las tres culturas en Tlatelolco en octubre del 1968, pero en 1972 se organizaron activistas de la Universidad de Sonora, para cambiar su ley orgánica, promulgándose la ley 103, con gran rechazo de los estudiantes.
Amílcar Peñuñuri, investigador de la Universidad de Sonora, dijo que durante la década de los 80 hubo una paz interior con la democratización de ciertos procesos, como la elección a rector, donde participaba toda la comunidad y fue hasta 1991 en el gobierno de Manlio Fabio Beltrones se promovió la ley 4 de la Universidad de Sonora, donde se establece el examen de admisión para estudiantes, las cuotas de recuperación y la creación de una Junta Universitaria.
“Y posteriormente la figura de Marco Antonio Valencia, que sería el último rector que fue elegido por las parte universitarias y que a las portre se le consideraría como traidor a las misma esencia democrática de la Universidad de Sonora, ya que une al Gobierno de Manlio Fabio Beltrones”.
Ante la promulgación de la ley 4 de la Universidad de Sonora, surge el Comité Estudiantil de la Universidad de Sonora (CEUS), que realiza una marcha desde la Universidad de Sonora al Zócalo de la Ciudad de México denominada la “Marcha del Desierto” donde se sumaron padres de familia y académicos en contra de la ley de Manlio Fabio Beltrones.
Posteriormente al interior de la universidad se han formado movimientos estudiantiles que se han sumado a diferentes causas sociales, ecológicas y políticas, como los gasolinazos durante el sexenio de la presidencia de Enrique Peña Nieto y los 43 estudiantes desparecidos de Ayotzinapa.
El movimiento estudiantil más reciente y de mayor impacto en la última década fue el de la reforma a la ley 4 de la universidad de Sonora en el 2023, en el cual junto con maestros y empleados, se envió una ley por parte del Ejecutivo Estatal al Congreso y que fue aprobada, agregó el activista y maestro de la universidad Carlos Navarro López.
“Y es la etapa más fuerte del movimiento estudiantil en los últimos años, hablo del 91 al 92, hasta ahora que se cambió la ley el año pasado, otra vez, manifestaciones de alumnos de varias licenciaturas en rechazo a la ley 4 y por eso se promulga la actual ley orgánica”.
Los maestros coincidieron que con el paso del tiempo, los alumnos han perdido el interés de participar en más movimientos universitarios, lo que se debe a diferentes factores, como la falta de liderazgos juveniles, como el desconocimiento de temas sociales, políticos y culturales y el individualismo que se promueve en redes sociales.
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