En medio del bullicio político y las estrategias partidistas que suelen marcar la pauta en épocas electorales, surge un personaje que ha decidido apartarse de las filas tradicionales y abrazar el rol de ciudadano comprometido. Se trata de Omar Alberto Guillén Partida, cuyo recorrido político en el PRI, que abarcó décadas y diversas responsabilidades, ha dado un giro hacia una participación más cercana a la sociedad civil.

Guillén, quien ostentó cargos como regidor, diputado local y funcionario municipal y estatal, decidió desvincularse de los partidos políticos hace dos años. Su distanciamiento del PRI quedó evidenciado por su posición ante la continuidad de Alejandro Moreno, “Alito”, como dirigente nacional, y la denuncia que hizo de las malas prácticas de éste personaje. Este gesto lo situó en una nueva posición: la de un ciudadano dispuesto a participar desde un ámbito apartidista.

En una reciente reunión entre representantes de la Alianza PRI-PAN-PRD y sectores sociales de Cajeme, el dirigente estatal del PRI, Rogelio Díaz Brown, confirmó que Omar Guillén ya “no es priista” y se había convertido en un ciudadano, marcando así su salida formal del partido.

Es loable que Guillén, en lugar de permanecer en las sombras, haya decidido emprender un camino apartidista y enfocarse en la defensa de los sectores sociales desde la trinchera de la sociedad civil y organismos no gubernamentales. Su participación en ALCANO, un cluster agrícola de más de 30 años, demuestra su compromiso con el sector social, respaldando a pequeños productores con créditos, seguros de cultivos y maquinaria.

Además, Omar Guillén ha incursionado en el ámbito empresarial creando el Grupo Conexión, ofreciendo capacitación, consultoría y reconstrucción a empresas en todo el país. Su labor no se limita a un solo frente, ya que también regenta su propio despacho jurídico, mostrando versatilidad y habilidades diversas.

El compromiso de Guillén tiene aún más vertientes: forma parte activa de Cajeme Unido, un grupo que congrega a 28 organismos de la sociedad civil, preocupados por el desarrollo económico y la sinergia entre industria, comercio y el sector primario en Cajeme.

En un escenario político donde la afiliación partidista suele dictar la dirección de la participación, la decisión de Omar Guillén de transitar hacia el papel de ciudadano comprometido es un ejemplo de cómo la política puede tener un rostro más cercano a la comunidad. Más allá de etiquetas partidistas, Guillén demuestra que la verdadera fuerza del cambio puede surgir desde la sociedad civil. Su trayectoria multifacética y su enfoque en el bienestar común son un recordatorio de que el compromiso ciudadano trasciende los límites de los partidos políticos.